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Filtering by Category: Historia

Viajes de papel. El libro de la Luna de Fatoumata Kébé

Felipe Gomez

Escrito por la astrónoma y astrofísica francesa Fatoumata Kébé El libro de la Luna, historia, mitos y leyendas es un pequeño ensayo publicado con muy buen gusto por Blackie Books en 2020. La autora nos revela su vínculo con la Luna a la que ha dedicado gran parte de su vida como académica. El relato, sin embargo, mantiene un buen equilibrio entre las explicaciones científicas que en algunos casos se nos pueden escapar, pese a los intentos que tiene la autora de llegar a todo el público, y las más literarias y accesibles.

Portada del libro editado por Blackie Books

La Luna siempre ha estado allí, marcando el paso de las noches, de las estaciones y del Calendario. Está presente en todas las mitologías y cosmovisiones de la Historia así como en la literatura y en el arte en general. Foco de atracción, de admiración, para unos deidad masculina y para otros femenina. Fatoumata escribe en forma de pequeños capítulos para abordar de forma breve muchos de los puntos de vista con los que nos podemos acercar al único satélite de la Tierra, a unos 380.000 km de nosotros. A veces se echa de menos un poco más de extensión en algunos de estos capítulos que nos van acercando al origen de la Luna, sus simbologías, los eclipses, las mareas, los calendarios o a la historia de su exploración hasta la llegada de la primera nave tripulada en 1969.

Un viaje la Luna en toda regla. Ojalá el objetivo de la autora se cumpla, por lo que cuenta en este relato que también es íntimo, solo le falta aprender a pilotar para tener todo lo que se necesita para acceder a los exigentes programas espaciales.

Viajes de papel. Las montañas de la mente de Robert Macfarlane

Felipe Gomez

Este ensayo nos persigue desde hace tiempo y por fin llegó a nosotros como regalo. Se trata, como dice la segunda parte del título, de la historia de una fascinación. De una atracción, a veces fatal, que los hombres y las mujeres han sentido desde siempre por las montañas. Trata, remontándose a los primeros que se adentraron en ellas y sumergiéndose en sus mentes, de buscar una explicación a esta fuerte atracción que nos hace abandonar las comodidades, enfrentarnos a peligros y exponernos incluso a la muerte.

El ensayo, editado en 2003, busca entre los pensamientos y las emociones de los pioneros. Como ha ido cambiando la precepción que tenemos de las montañas, desde una espacio aterrador, morada de monstruos y divinidades, a un paisaje sublime por conquistar y en el que jugar.

Portada de la edición de Random House en 2020

Sin salirse del mundo anglosajón y del británico en particular -muy masculino por otra parte- Robert nos acompaña, entremezclando sus propias experiencias, en el relato de la evolución en la forma de concebir estos espacios. Desde la aproximación científica a estos lugares geológicos de hielo y frío, que son un libro abierto de la historia de la Tierra, hasta la concepción artística y puramente deportiva de las cordilleras del planeta.

No es un relato al uso de las conquistas de las mas grandes o bellas montañas, es una búsqueda en la mente de los protagonistas. Por qué han existido y existen tantos personajes como Mallory, el único en el que Robert se detiene describiendo su relación con el Everest, que lo dejan todo por un paisaje inhóspito. Mallory dejó su vida después de tres expediciones británicas al tercer polo, el Everest, la montaña mas alta del planeta. Él representa el paradigma de lo que Robert busca con este ensayo. Pero no hay respuesta fija, son muchas, lo que si está claro es que las montañas ejercen un poder de fascinación que está más allá de reto personal, del ejercicio de superación o de las empresas nacionales de conquista de nuevos territorios. Quien sabe. Es la luz, el frío, la sensación primigenia de contacto con la Naturaleza, la grandeza de un paisaje que nos lleva al origen de la Tierra, donde todo es roca y hielo. Jugar en lo desconocido, compartirlo, contarlo. Quien sabe.

Viajes de papel. La Taza de Oro de John Steinbeck

Felipe Gomez

El escritor norteamericano Joh Steinbeck, famoso por Las Uvas de la ira o al Este del Edén entre otras, publicó su primera novela en el año 1929. Esta novela, la Taza de oro, no tuvo éxito y casi no fue recuperada hasta el el autor ganó el Premio Nobel de literatura en el año 1962. En España apareció en una selección de novela histórica que El País publicó entre el 18 de setiembre del 2005 y el 9 de enero del 2006. No es, efectivamente, su mejor obra pero la magia del personaje sobre el que se centra convierten a esta pequeña novela en una lectura entretenida para viajar al Caribe de los piratas

Portada de la novela en una de sus ediciones inglesas

La obra se centra en la vida de Henry Morgan (1635-1688) uno de los mas famosos bucaneros. Nacido en Gales se marchó de joven a Jamaica donde pronto entabló amistades con algunos piratas con los que adquirió experiencia hasta ganarse una gran reputación y llegar a formar su propia armada de filibusteros. Sus actos de piratería culminaron con la toma de Panamá, una de las ciudades más ricas del Caribe conocida como la Taza de Oro. La novela se centra es este hecho que surge como una obsesión en la mente de Morgan desde que era pequeño.

La vida de los piratas, sus hazañas y atrocidades, la guerra encubierta y el doble juego de Inglaterra, Francia o los Países Bajos contra España. Asaltos, traiciones, tesoros, leyendas, historias de amor… una vida al limite y contradictoria que acabo con su nombramiento como caballero por el rey Carlos II de Inglaterra en el año 1674. Desde entonces Sir Henry Morgan ocupó el cargo de Teniente Gobernador de Jamaica, donde tuvo como función principal la de perseguir a los piratas que seguían surcando los mares. Al final de la novela, cuando tiene que juzgar a algunos de sus antiguos compañeros, se encuentra el momento mas jugoso del relato, donde esperamos que regrese a su vida anterior, ya que con Morgan todo podría pasar.

Viajes de papel. Momentos estelares de la humanidad de Stefan Zweig

Felipe Gomez

Lo mejor de este relato es, sin duda, la maestría del autor, su arte a la hora de describir lo que para él son los momentos estelares de la historia de la humanidad. Como nos cuenta en su prólogo, al igual que el artista tiene momentos de inspiración, que son breves y ricos, a la Historia le sucede lo mismo y los momentos sublimes, inolvidables, son raros. La Historia, ese misterioso taller de Dios según Goethe, tiene momentos gloriosos de inspiración divina y con protagonistas de carne y hueso. Son los hechos que perduran en el tiempo y que muchas veces cambian el curso de la Historia, a veces en pocas horas.

Portada de la edición de Acantilado

Este planteamiento de la obra y la maestría descriptiva de Zweig, que rápidamente te lleva al momento histórico que relata, son lo que más se disfruta, el debate vendría en si estos son, realmente, los hechos estelares. Lógicamente el autor habla de cuáles son los suyos propios, los de un varón, europeo y de finales del XIX y principios del XX. Casi todos los protagonistas de su relato también son varones, blancos y de cultura occidental. Son los protagonistas para un escritor que sufrió el exilio, la censura y el auge del fascismo. Tanto que acabo quitándose la vida acorralado y decepcionado con el tiempo que le tocó vivir.

Un relato para viajar en la Historia, la de Mehmet (puede que el único protagonista no occidental) y su toma de Bizancio, la de los últimos días de Cicerone, el descubrimiento de océano pacífico por Núñez de Balboa, el nacimiento del Mesías de Händel, la Batalla de Waterloo, la construcción del telégrafo entre EEUU y Europa, la lucha por el polo sur o la llegada de Lenin a Rusia en 1917 después de su exilio. Un elenco de los momentos estelares, de catorce miniaturas históricas, las de Stefan Zweig, para disfrutar y para hacernos pensar en cuáles serían las nuestras.

Viajes de papel. Timandra de Theodor Kallifatides

Felipe Gomez

El escritor sueco de origen griego Theodor Kallifatides logra con Timandra una delicia de novela histórica. Al mas estilo clásico de Memorias de Adriano o de Yo Claudio Kallifatides se mete dentro de un personaje de gran fuerza. La perspectiva femenina de la Atenas en la época clásica de Pericles y de la Guerra del Peloponeso está muy bien descrita y hace que la protagonista, Timandra, quede construida como un personaje muy atractivo, en todos los sentidos.

Timandra ha sido educada como hetera. Una suerte de mujeres libres que durante la antigüedad ejercían como artistas, prostitutas y acompañantes en una sociedad puramente masculina donde la mayoría de mujeres no recibían educación ni poseían independencia económica y casi nunca podían conseguir poder social. Sin embargo nuestra protagonista participaba en los banquetes y está especializada en las placeres de la vida; la conversación, la danza, la música, el sexo…

Portada del libro en Galaxia Gutenberg

Detrás de su historia está el marco de la Atenas más creativa de todos los tiempos. Desde Sócrates a Eurípides o Aristófanes la sociedad se describe a través de buenos diálogos. Kallifatides consigue una buena novela histórica para conocer unos hechos que han sido narrados desde muchos puntos de vista pero casi nunca desde este.

En el centro del relato, más allá de los hechos históricos y de la vida de Timandra, está el amor como verdadero protagonista. El amor entre Timandra y Alcibíades, uno de los personajes mas potentes y controvertidos de su época, sirve como eje para exponer un tratado sobre el arte de amar, sobre su dulzura y sobre su condena. Como una fuerza que mueve el mundo y que siempre fue de gran interés para la cosmovisión de los antiguos.

  • Theodor Kallifatides. Timandra. Galaxia Gutenberg 2022

Viajes de papel. Hierba de Keum Suk Gendry-Kim

Felipe Gomez

Keum Suk Gendry-Kim es una autora coreana de cómic, o de novela gráfica como queramos llamarlo, que se acerca en este trabajo a obras tan potentes como Maus o Persépolis. Hierba es en cierto modo la historia de un país, Corea, contada durante la guerra por una de sus protagonistas; Lee Ok-Sun.

Ella fue una de las mujeres de consuelo, esclavas sexuales del ejército japonés, desde principios del siglo XX y hasta el final de la Segunda Guerra Mundial. Una de entre las miles de coreanas -entre 20.000 y más de 400.000- que fueron forzadas para el trabajo sexual al servicio del ejército imperial en los prostíbulos conocidos como estaciones de consuelo. Un relato, a través de una deliciosa acuarela en blanco y negro, que nos lleva desde la infancia hasta la actualidad donde la protagonista forma parte de las personas que están recuperando la memoria y que luchan por conseguir compensaciones y reparaciones por los hechos del pasado.

La obra está construida entre el presente, con el relato de las visitas y entrevistas de la autora a la protagonista en la residencia donde vive con otras compañeras, y el pasado con la reconstrucción de los hechos desde que Ok-Sun era una niña pequeña de una familia pobre. De pequeña, antes de ser adoptada por una familia sin hijos y raptada después por el ejército, Ok-Sun era ya muy trabajadora y estaba empeñada en ir al colegio, como su hermano mayor, en una realidad muy desigual para las mujeres. El relato está dibujado con mucha delicadeza, es muy bello estéticamente y no recurre a escenas de violencia pese a estar relatando una historia brutal.

La naturaleza es protagonista en muchos pasajes de la obra, no de forma casual el título de la obra que la autora explica es esta entrevista de Eduardo Bravo para Mujer Hoy; “En Corea, por la influencia del confucionismo, las mujeres suelen ser descritas como flores. Sin embargo, no fueron tratadas como tales, sino como hierba. Procedentes de las clases más pobres, fueron pisoteadas por las autoridades, pero ellas, como hierba que eran, resistían y se levantaban una y otra vez. La hierba simboliza la voluntad de esas mujeres por vivir

La protagonista y la autora. FOTO: El cultural del El Español

Un cómic maravilloso, para leer, sufrir y disfrutar con tiempo. Editado en Corea en 2017 y en España por Reservoir Books en 2022 ha merecido, entre otros galardones, el cómic del año para The New York Times, The Guardian, Los Angeles Times, Library Journal…

  • Keum Suk Gendry-Kim. Hierba. Reservoir Books 2022







Viajes de papel. En las montañas de la Sijoté-Alín de Vladímir Arséniev

Felipe Gomez

Ya sabemos que los relatos de Vladímir son sinónimo de aventura pero también son un soplo de energía. Durante la lectura de sus libros ya sea Dersú Uzalá, por el Territorio del Ussur o este, nos sumergimos en una demostración en papel de una pasión y una energía contagiosas pero difícilmente alcanzables. Arséniev es explorador, cartógrafo, botánico, antropólogo… es el protagonista perfecto de una novela de aventuras en el lejano oriente ruso. ¿Todo esto se estudiada en Escuela de Cadetes de Infantería de San Petersburgo? puede ser, pero seguro que el tesón de este personaje fue lo que le convirtió en uno de los grandes exploradores del siglo XX. Tenerlo como jefe de expedición debía provocar tanta admiración como cansancio, siempre curioso, siempre dispuesto a conocer más, a conversar, a tomar datos cartográficos, a escribir sus diarios cuando todos dormían, a preguntar, a recoger muestras...

Si hay una cosa que nos llama la atención como viajeros a pie es el detalle de que Arséniev una vez montado el campamento donde pasar la noche, a veces después de jornadas exhaustas, casi siempre buscaba una colina, un sitio en alto para admirar la noche o el paisaje, para contemplar un lugar del que se enamoró. Toda su vida estuvo vinculada a este territorio desde que lo conoció en 1900 con 28 años. Murió allí en el año 1930 después de haber recorrido y explorado grandes extensiones entre el río Ussuri, el Amur, las montañas del Sojoté-Alín y las costas del mar de Japón al norte de Vladivostok.

Portada del libro de Península

Sus libros a veces abruman en el momento de la descripción geográfica, se echan de menos ediciones con buenos mapas, pero el día a día es tan apasionante que la lectura se hace vertiginosa. Sus viajes son a través de las estaciones; en invierno se puede ir por los ríos helados en esquís o trineos tirados por perros, después de los deshielos, en primavera y verano, se pueden navegar. La costa se puede recorrer a pie o en cabotaje. Hay que sortear la Naturaleza, el frío, las tormentas, las crecidas, el hambre, el oso y el tigre.

No hay descanso. En el camino conocemos, como si de un viaje en el tiempo se tratará, a las poblaciones de estos lugares remotos de Siberia. Como se adaptan al medio manchués, gods, udegués, chinos, rusos y koreanos… cada uno con sus creencias. Con sus presagios y sus miedos que Arséniev recoge con respeto, porque él conoce el poder de la montaña, del mar y del viento, sabe que hay fuerzas que hay que venerar y que cada pueblo lo hace de una manera.

Si nos quedamos en este momento de exploración puro la obra es una maravilla, por desgracia, como el mismo Arséniev recoge en su libro, es también el momento del cambio y conocemos de primera mano que sucede cuando dos pueblos chocan y uno está buscando explotar un territorio. Por desgracia esto es una historia ya conocida y trágica. Quedémonos con que Vladímir ya en vida luchó por la conservación de unos espacios naturales que habían permanecido prácticamente inalterados desde el inicio de los tiempos.

Viajes de papel. Viajes con una burra de Robert Louis Stevenson

Felipe Gomez

Esta pequeña novela ha llegado a nosotros preparando una travesía ya que en honor de este relato de Stevenson se creó hace años, en el Parque Nacional de las Cévennes, un GR que conmemora el viaje que el autor británico realizó en 1878.

Viajes con una burra por los montes de Cévennes es una auténtica delicia en la que aparentemente no ocurre nada, solamente un viaje que para la época debería de parecer una excentricidad. Que un escritor nacido en Edimburgo viajará unos días a pie por una cadena de montañas poco conocida en el centro-sur de Francia, no parecía un plan muy de fines del XIX y si además lo hacía acompañado de una burra pues mucho menos.

Portada de la edición catalana de
TUSHITA EDICIONS

Aquí radica el interés del relato, más allá de las descripciones del paisaje, de los ricos encuentros en posadas y caminos o del relato de la historia pasada del territorio, que demuestran la maestría de Stevenson, la novela está recorrida por una dulce sensación del disfrute de caminar por caminar. Del placer del sendero en si y sobre todo de las noches al raso, donde nos caiga la oscuridad. Así algunos de los pasajes más hermosos los encontramos en un capítulo llamado una noche entre los pinos, donde descubrimos que hay un momento en la noche, una agitada hora, que quienes viven en las casas no conocen, en la que el influjo de alerta viaja por el hemisferio durmiente y todo el mundo allí fuera está de pie. Es la hora mágica de la noche.

El placer de esta lectura consiste en acompañar a Stevenson en este pequeño periplo, reírnos de sus avatares con Modestine, la burra a la que se le caen las alforjas porque no sabe como compensar el peso, a la que tiene que domar para lograr que remonte las veredas. Disfrutar de sus noches al raso, de las conversaciones con las gentes del lugar en las que demuestra una gran pericia, no preocuparnos si se pierde o si le engañan o no le quieren dar ayuda. Nos dejamos llevar y poco a poco lo que queremos es estar allí, caminando con él, o como mínimo y aunque sea siglo y medio después caminar esos paisajes. Es lo mágico de los buenos libros de viajes. Chapó

Viajes de papel. Revista Salvaje

Felipe Gomez

En su web se definen como “una revista trimestral en papel que te quiere sacar al campo, revindicar la riqueza de nuestra naturaleza y de nuestros pueblos, queremos que sueltes el móvil y te des cuenta de que muchos de nuestros problemas como la ansiedad, el estrés o la soledad de la crianza vienen de haber perdido nuestras raíces…

Nos van a contar esas historias increíbles que ocurren lejos de la ciudad para que apreciemos la riqueza de nuestro paisaje. Historias que rara vez se cuentan en otros medios. Llevábamos tiempo detrás de ella, mucho hemos tardado ya que no ha sido hasta este número 11 que nos hemos sentado para disfrutar de su lectura, así, sin prisa. Vaya que lo hemos hecho, una edición muy cuidada en redacción, maravillosa fotografía, calidad del papel, dibujos delicados, el diseño mimado, vamos, un gusto para la lectura.

Así en este número 11, de portada tan llamativa, hemos conocido la realidad del Lobo, del debate que levanta desde siempre y tan de actualidad desde que ha dejado de ser especie cinegética más al sur del Duero. Conocimos a HolaPueblo y a la gente que camina aparentemente hacia atrás en la vuelta al campo pero que muy posiblemente dan los primeros pasos hacia una nueva vida en un entorno más amable. En Huelva trepamos en un reportaje fotográfico a los copas de los pinos para recolectar sus perlas conociendo el antiguo oficio para conseguir el preciado piñón. Hay más, si, nos presentan también a un misterioso personaje, la sabia del pueblo, una curandera a la vieja usanza que desde Carratraca, en la sierra de Málaga, curaba cuerpo y mente a las personas que muchos días hacía cola en su casa. Dolores se llamaba.

Una redacción antropológica, con entrevistas y muchos puntos de vista, para que disfrutemos pensando en lo que leemos. Además, por si todo esto fuera poco, hay una selección de relatos fantástica, breves y que te vuelan la cabeza, para sacarte de la zona de confort, para conocer mejor la realidad de nuestro paisaje y para buscar en su historia las realidades de hoy. Nos saca al campo de una forma inteligente.

Bravo, bravo, si todos los números son así ya estamos tardando para la subscripción. Un lujo que se apueste por esto, en papel, para leer con tiempo, para disfrutar cada página. Gozada de revista que además te da una recetas de licores y no te enseña a destilar por que es ilegal que si no..

Viajes de papel. La estética del Polo Norte de Michel Onfray

Felipe Gomez

El filósofo francés Michel Onfray nos lleva hasta la tierra de los Inuit en un viaje pendiente con su padre. Un libro al que tal vez pueda ser difícil entrar pero que realmente es una pequeña joya. A nivel personal Michel presenta la relación con su padre, un trabajador del campo en Normandia, una persona dura, muy trabajadora y silenciosa que ha pasado la mayor parte de su vida al aire libre como agricultor. Michel cumple el deseo de su padre cuando este responde a la pregunta de a donde te gustaría viajar diciendo que al Polo Norte.

Entonces Onfray despliega todo su arte para describir de forma poética el duro entorno del Gran Norte. Partiendo de la geología, la realidad mineral que marca y define el paisaje de la tierra de los esquimales, va completando todas las piezas que componen el hábitat de este pueblo. El frío y el viento que marcan el clima, la luz y sus largos periodos de ausencia o presencia, así como el vasto espacio donde solo las culturas adaptadas desde tiempos lejanos pueden sobrevivir. Un pueblo que no mide el tiempo y que no tiene textos históricos porque duerme cuando es de noche o hace mal tiempo, sale a pescar o cazar cuando hay luz y hace bueno y mantiene viva su historia de forma oral, transmitiendo el saber de generación en generación.

Portada del libro editado por Gallo Negro

Una sociedad que fue quebrada por la conquista, desprovista de su lengua, evangelizada y sedentarizada de forma forzosa en unas anodinas aldeas prefabricadas. Una realidad con un duro porvenir en una tierra que habitaron desde siempre y que está siendo corrompida por las políticas extractivistas de Canadá y EEUU. Una historia que tristemente ya conocemos en otros muchos territorios. Así la nueva e impuesta sociedad, que vive de las subvenciones, está más pendiente de la TV y de la moda occidental que de volver a su pasado, porque este fue roto y aniquilado por lo que algunos llaman civilización.

El anclaje al mundo pasado que habitaba la vasta naturaleza del Polo Norte son las personas mayores, las que guardan memoria del inuit cuando este era libre, luchaba y convivía con un paisaje con una habilidad extraordinaria y protegido también por su panteón politeísta.

Para nosotros la novela se resume muy bien en el encuentro crucial entre el padre de Onfray y el guía de su viaje al Polo Norte, Pauloosie, también un anciano y respetado hombre en la comunidad Inuit. Sin poder hablar, comunicándose por ese silencio de la gente de campo, surge un entendimiento perfecto. Que harmoniza con el frío paisaje. Porque, tal vez, no todo tiene que ser dicho y así en la despedida de estos dos hombres “un simple apretón de manos, sin efusividad, sin petulancia, les sirvió seguramente, para intercambiar sus energías, para compartir su emoción”.