Gordolobo (Verbascum thapsus)
Felipe Gomez
Siguiendo con la serie de flores comunes y de gran tamaño no podía olvidar el Gordolobo o Verbasco que con su gran porte, entre medio y dos metros, empieza a florecer bien entrada la primavera prolongando su floración hasta agosto.
Característico por las grandes hojas de la parte baja, por el llamativo vástago donde saldrán los racimos de flores amarillas y por el aterciopelado de su tacto que le ha valido su nombre científico derivado de barbascum, barba en latín.
Crece en eriales, suelos pedregosos, campos herbosos, baldíos, puede subir hasta los 2000 metros y hasta la podemos encontrar en hábitat costeros.
Varios usos medicinales se la conocen. Con el cocimiento de las flores se hacen gargarismos para aliviar males de boca y garganta. Es un remedio excelente para la tos de cualquier origen. Las hojas machacadas se aplican para la curación de heridas, sabañones y durezas. Es también utilizada para tratamiento de las almorranas realizando baños de asiento.
Pero la facultad que más llama la atención es el uso que le han dado los pescadores furtivos que trituran sus hojas o frutos echándolas en pozas de los ríos para atontar a los peces que se dejan capturar a mano. De ahí el nombre de matapeces y la existencia de un verbo en el Pirineo aragonés para esta acción; enverbascar. La Ley de 20 de febrero de 1942 de Pesca fluvial, en su artículo 26, prohíbe tajantemente su uso con este fin .
Se ha usado también como tabaco. Sus hojas, secadas al horno, proporcionan un producto que se lía muy bien en cigarros, y se amolda a la pipa. Su sabor es un poco picante, recordando por esta razón al del tabaco. Una mezcla llamada tisana de cuatro flores se fumaba en pipa para aliviar las afecciones catarrales, teniendo entre ellas al gordolobo.
Por último y para no dejar de sorprenderme con las numerosas aplicaciones y propiedades de esta planta tan común mencionar que los romanos mojaban en sebo las hojas y tallos vellosos de la planta y las empleaban como velas. Mucho antes de la introducción del cultivo del algodón, el gordolobo se secaba para utilizarlo como mecha de lámparas. De aquí que se la conozca tambiéncomo candelaria.
Esta atestiguado igualmente que las mujeres romanas descubrieron que podía obtenerse un eficaz tinte para el cabello haciendo primero una infusión de sus flores amarillas y utilizando a continuación el líquido colado como tinte rubio para el cabello.
Y eso por no hablar de usos mágicos y creencias tradicionales en otros lugares lejanos.
Bilbliografía
Luis Villar Perez et álii. Plantas medicinales del Pirineo Aragonés y demás tierras oscenses. Diputación Provincial de Huesca / Instituto Pirenaico de Ecología, 1992.
Neil Fletcher. Flores Silvestres del Mediterráneo. Ediciones Omega. Guías de Bolsillo.