Viajes de papel. La invención del viaje de Juliana Gónzalez-Rivera
Felipe Gomez
En las primeras páginas del libro conocemos las palabras de Pascal que aseguraba que “nuestra naturaleza reside en el movimiento, la calma completa es la muerte”. Por eso somo todos viajeros. Juliana nos presenta un ensayo donde recoge su versión, como dice la segunda parte del título, de la historia de los relatos que cuentan el mundo. El libro, nos dice, lo platea como una metáfora de su propio viaje; doctora en periodismo y especialista en literatura de viaje por la Complutense, ha escrito para medios de Europa y América Latina y ha vivido en Madrid, Bogotá, Medellín, Barcelona y Estocolmo. Sabe y ha vivido lo que escribe en esta reelaboración de su tesis doctoral.
El viaje forma parte de la humanidad, siempre nos hemos desplazado, desde los itinerarios prehistóricos en competencia por el alimento hasta los éxodos bíblicos y la llegada a la luna. El libro empieza exponiendo el universo del viaje, un término que puede ser sinónimo de muchas cosas y tener infinitos significados. Un recorrido por muchos pensadores, escritores, viajeras o artistas que han ido configurando la literatura de viajes como una forma de ver y entender el mundo. Esto empezó a suceder mucho antes de que de a finales del siglo XVII, durante el Grand Tour, la burguesía europea saliera a redescubrir Italia y Grecia. Para ponernos en marcha ver y contar lo vivido, según Juliana, hemos seguido cuatro grandes motivos; buscar una recompensa, instruirnos, por placer o para escapar.
En una segunda parte del ensayo se aborda la propia historia de los relatos de viaje. Los tiempos míticos de Gilgamesh y Homero, el mundo clásico de Heródoto, Tucídides, Jenofonte o Julio César, la Edad Media y sus mercaderes, peregrinos y Guerras Santas, Marco Polo, la llegada a América, los piratas y las expediciones científicas. En definitiva la historia del viaje es la nuestra. Los viajeros y viajeras que recorrieron el mundo, nos lo contaron y nos lo enseñaron con sus propios filtros y con los de su propia época evidentemente. La lectura de sus textos nos traslada hasta allí.
Un largo camino el de la literatura de viajes que en este blog estamos encantados de seguir y rastrear. Parece, según termina el libro, que se trata de un género exhausto, ya quedan pocos rincones por explorar, Google nos anticipa y nos deja poco espacio al descubrimiento en el propio lugar, estamos en la era del viajero inmóvil. Un viajero que antes de viajar ha visto en fotografías, en televisión y en internet lo que va a visitar y la realidad tiene que parecerse a esas imágenes para no desilusionarse. No viaja para descubrir sino para reconocer, y su viaje empieza cuando vuelve, cuando está otra vez inmóvil.
Juliana termina asegurando que si hay crisis en el mundo del viaje globalizado, masificado y con con cierta pérdida de autenticidad hay que reinventar literatura de viajes, porque toda época histórica necesita sus viajeros. Por eso realmente no hay más crisis que en otras literaturas, solo hay que encontrar entre lo mucho editado, aquellas miradas personales que nos cuenten y nos revelen lo que está sucediendo ahí afuera.
Juliana González-Rivera. La invención del viaje. La historia de los relatos que cuentan el mundo. Alianza editorial, 2019