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Vía de las escaleras. Monte Perdido (3355m)

Felipe Gomez

Vía de las escaleras. Monte Perdido (3355m)

Se trata de la ruta que fue utilizada en el descenso de la primera ascensión en 1802 por los guías de Ramond de Carbonnieres; Laurent y Rando. Esta vía evita, además, cuando hay nieve, el tramo expuesto de la ruta normal, la conocida escupidera.

Itinerario

Partiendo desde el refugio de Góriz (2160m) se sigue el itinerario normal hasta entrar en el barranco de Góriz donde nos desviaremos a la derecha nada más pasar un resalte rocoso de la derecha, tomando un corredor pedregoso muy bien marcado (2500m)

Trazado del track sobre el mapa de la editorial Alpina 1.30.000

Trazado del track sobre el mapa de la editorial Alpina 1.30.000

Al coronar este corredor ya estaremos en la cresta meridional, giramos a la izquierda y superamos el primer resalte, o escalera, por una vira que cruza el muro hacía la izquierda.

Continuamos entonces remontando la ladera siguiendo lo hitos hasta alcanzar la punta de las Escaleras (3027m). Subimos el último resalte antes del primer tresmil por la izquierda por un corredor evidente. La cima presenta un corte brusco por el norte así que tendremos que seguir la cresta a la derecha dirección este hasta encontrar una bajada por una pendiente menos empinada.

Vista del tramo final desde la Punta de las Escaleras FOTO FGZ

Vista del tramo final desde la Punta de las Escaleras FOTO FGZ

Nos situamos entonces en un pequeño collado para retomar el ascenso por la cresta meridional. Nos quedan dos pequeños resaltes, el primero se supera fácilmente siguiendo los hitos por la izquierda y el segundo presenta dos chimeneas, se toma la de la derecha que tiene un pequeño paso de III.

No queda mas que seguir ascendiendo sorteando algunos lapiaces inclinados para, siguiendo los hitos, coronar el Monte Pedido (3355m). Dependiendo de nuestra condición física tardaremos entre las 2.30H y las 3.30H en realizar todo la ascensión.

Vista sobre la Torre de Góriz y cañón de Añisclo FOTO FGZ

Vista sobre la Torre de Góriz y cañón de Añisclo FOTO FGZ

Distancia: 3.3 km
Desnivel Positivo: 1154 m
Desnivel Negativo: 26 m
Pendiente media: 34%

Bibliografía

Actividad guiada

Luis Alejos. 3000m de los Pirineos, guía montañera. Tomo 1.  SUA Edizioak

Marcos Feliu. La conquista del Pirineo. SUA Edizioak

Monte Perdido Vignemale, mapa Alpina 3000. 1.30.000. Editorial Alpina.

Camarina (Corema album)

Felipe Gomez

Camarina (Corema album)

Perteneciente a la familia de las empetráceas que solo cuenta con seis especies la camarina o camariña es un arbusto o mata de entre 40 y 70 cm . Se mantiene verde todo el año y tiene un gran parecido al brezo. Cuenta con plantas macho y plantas hembra y las dos tienen flores tan insignificantes que pasan desapercibidas.

Florece en primavera e incluso a finales del invierno en latitudes mas al sur y el fruto, un característico globo de unos 5-8mm de diámetro de color blanco perla, brota a finales de verano-otoño. Da fruto cada dos años.

Camarina (Corema album)      FOTO FGZ

Aparece como especie endémica en las dunas y lugares arenosos de la costa atlántica de la Península, desde Galicia hasta Huelva y Cádiz. Topónimos como el de Camariñas en La Coruña o Faro Camarinal en el Parque Natural del Estrecho de Cádiz atestiguan que en otro tiempo fue mucho mas común. La recolección de la planta para hacer escobas, la manipulación de las dunas y la recolección de los frutos han disminuido su presencia en los últimos años.

El fruto, de color blanco en la zona sur y mas rosado en Galicia, tiene un sabor ácido y se utilizaba por los marineros para hacer una limonada refrescante para calmar la sed. Se utilizo también para mitigar la sed de la calentura, como bebida febífruga y para matar lombrices intestinales.

Uno de los manjares típicos de Figueira da Foz, Portugal, consiste en una jalea de camariñas con azúcar y zumo de limón.

La Camariña cuenta con un leyenda que relata como los ojos de la reina Isabel de Portugal, al descubrir las infidelidades de su esposo Dionisio I, dejaron caer unas lágrimas cristalinas que se extendieron por todas las matas del pinar, convertidas como en perlas de un blanco tan blanco que volvieron aquel bosque lugar de maravilla.

Bien podrían ser nuestras lágrimas las que decoraran el Pinar del rey de Marinha Grande, lágrimas blancas que despiden el calor y dan la bienvenida al frío.


Bibliografía: 

-Ginés López. Guía de árboles y arbustos de la Península Ibérica y Baleares. Mundi Prensa, 2002.

-Pío Font Quer. Plantas medicinales. El Dioscórides renovado. Ediciones Península 1999. 

-Wikipedia. Corema album

Espino Albar (Crataegus monogyna)

Felipe Gomez

Espino Albar (Crataegus monogyna)

Entrados ya en el otoño y llegando al invierno en el bosque el alimento empieza a escasear, así que siempre que nos encontremos un majuelo rebosante de frutos sabremos que allí aún hay sustento para los animales que luchan por sobrevivir en el invierno.

El espino albar se conoce por varios nombres como majuelo, espinera de monte, espinalbo.. y se trata de uno de los arbustos más comunes de la Península ibérica. Crece en todo tipo de terrenos desde el nivel del mar hasta los 1800-2200 metros según la latitud.

Majuelas en otoño     FOTO FGZ

El espino es un arbusto generalmente de unos 4 metros que puede llegar a alcanzar los 8-10 metros de altura. Pierde la hoja en invierno momento en el cual, cuando aún estan presentes los frutos, destaca por su color rojizo. De tronco grisaceo y resquebrajado con el paso del tiempo el arbusto florece alegremente formando ramilletes olorosos de color blanco o blanco-rosado.

En torno a él se concentra una gran cantidad de vida no solo gracias a su fruto, las majuelas, que aguanta bastante el invierno y es muy rico en vitamina C. Si no también por sus flores que lo convierten en una planta melífera que atrae a gran cantidad de insectos. Las espinas de las ramas más jóvenes son usadas por el alcaudón como despensa al pinchar en ellas los insectos que caza y de los que se irá alimentando. Es además uno de los lugares predilectos para el crecimiento del  mágico muérdago.

Las majuelas o manzanitas de pastor tienen un sabor dulce y una carne arenosa y se han usado en Europa central para hacer una especie de pan a partir de una harina elaborada con ellos. Igualmente las flores y los brotes tiernos son exquisitas en ensalada.

Las flores son consideradas como un escelente tónico del corazón y del aparato circulatorio; son sedantes y antipasmódicas y contribuyen a minorar la presión sanguínea. Además no tienen ningún peligro de acumulación ni de toxicidad.

Peretenece a una familia de frutales, las rosáceas, por lo que es fácilmente domesticable injertando nispero y peral. Existen por otro lado muchas especias de espino albar, solo en Amñerica del Norte hay mas de un millar. 

El género crataegus cuenta con una especie propia del mediterráneo oriental la crataegus azarolus (el acerolo) y con otra especie en la Sierra Nevada casi idéntica la crataegus granatensis. El nombre de la especie, monogyna, hace referencia a la presencia de solo un hueso por fruto.

La blancura de su floración y el aislamiento de muchos de su ejamplares le hacen protagonista de muchos mitos y leyendas así como ser un lugar predilecto por la virgen en sus apariciones (virgen del Espino en Soria, Hoyos del Espino en Avila....)

En la tradición vasca se le atribuye con bastante éxito la cualidad de protector frente al rayo. 

En sus fases blanca, verde o roja el espino albar siempre representará un rincón de vida, tradición e historia para el paisaje de nuestros paseos.

 

Bibliografía

-Ignacio Abella. La magía de los Árboles. Integral 2008

-Ginés López. Guía de árboles y arbustos de la Península Ibérica y Baleares. Mundi Prensa, 2002. 

-Pío Font Quer. Plantas medicinales. El Dioscórides renovado. Ediciones Península 1999. 

Jara (Cistus Ladanifer)

Felipe Gomez

De la familia de las cistáceas la Jara forma parte de una de sus 170 especies que habitan principalmente en el entorno mediterráneo. Se trata posiblemente de la planta más común en las laderas sur del Sistema Central ocupando suelos silíceos, soleados y generalmente compartidos con encinas. Sus poblaciones más importantes se encuentran también en Sierra Morena, Extremadura, Castilla La Mancha y Andalucía.

Ocupa estos suelos, generalmente degradados, en los que en otro tiempo se instalaron encinas o melojos y muchas veces nos indica la pobreza de los mismos o etapas de regeneración del encinar después de incendios. La encontraremos aproximadamente desde el nivel del mar hasta los 1000 metros.

Flor de la jara pringosa (Cistus ladanifer var. maculatus)    FOTO FGZ

Se trata de un arbusto siempre verde, conocido como jara pringosa o estepa del ládan en Cataluña, que no suele sobre pasar los 2,4 metros aunque forma tapices muy densos y tupidos, fáciles para pasar desapercibido. Del romancero viene la expresión "De noche, por los caminos, de día, por los jarales".

Florece de abril a junio según latitud y orientación, formando verdaderos "campos nevados" en las faldas serranas. Las blancas flores se componen de 5 pétalos y son bastante grandes, llegando a alcanzar los 10 cm de diámetro. Algunas tienen unas manchas oscuras en la base de cada pétalo, dando lugar a una variedad conocida como jara de las cinco llagas y científicamente como maculatus.

Jaral en El Espinar, PN Sierra Norte de Guadalajara        FOTO FGZ

Pero, sin duda alguna, lo más característico de esta planta es su profundo aroma que impregna la montaña así como su resina pegajosa, el ládano. Esta sustancia tan abundante, a parte de darle el nombre científico, la hace competir con éxito frente a otras especies ya que inhibe el crecimiento de otras plantas.

Antiguamente este ládano se recolecto para su uso con un método muy curioso que consistía en pasear un rebaño de cabras por el jaral y después extraerlo al raspar su piel, también podían ser hombres con mandiles de cuero. Igualmente se conoce la extracción más limpia hirviéndola y sacando después la grasa que, a manera de aceite, nada por encima del cocimiento.

Medicinalmente se le atribuían, entre otras, propiedades sedantes y se utilizo mezclándolo con pez negra, cera amarilla y trementina para crear un emplasto regio útil para las hernias. Actualmente el uso principal es en cosmética como fijador de perfumes. En Extremadura y Sierra Morena se produce una suerte de miel de jara llamada también mangla.

Con su profundo olor y su pegajoso ládano la jara nos hará respirar profundamente y disfrutar de un ambiente puro en nuestros paseos, ahora, otra cosa será si, en un día de calor, nos salimos de la senda y nos perdemos en un jaral ...

 

Bibliografía

-Ginés López. Guía de árboles y arbustos de la Península Ibérica y Baleares. Mundi Prensa, 2002. 

-Pío Font Quer. Plantas medicinales. El Dioscórides renovado. Ediciones Península 1999.  

Viajes de papel. Manituana, Wu Ming.

Felipe Gomez

Viajes de papel. Manituana, Wu Ming.

Generalmente la historia la escriben los que pudieron hacerlo, los que de alguna forma sobrevivieron, en otras palabras, los que vencieron.  A veces encontramos relatos de los vencidos, de los que no corrieron buena suerte. Pero muy pocas veces escuchamos la historia de aquellos que desaparecieron. Manituana, sin embargo, relata el final de un mundo muy antiguo y durante muchos años olvidado, el de los indios de la costa noroccidental de Norteamérica, del actual EEUU y Canadá. La desaparición de la Nación Iroquesa desde su propio punto de vista.

Joseph Brant, retrato de Charles Willson Peale (1797)

Joseph Brant, retrato de Charles Willson Peale (1797)

Esta novela, escrita magistralmente por el colectivo italiano de escritores con seudónimo Wu Ming, no es solo una novela histórica que relata los últimos días de las Seis Naciones Iroquesas, del final de la presencia colonial en Norteamérica y del nacimiento de EEUU. Manituana es también un impresionante relato de aventuras, de sabiduría india, de choque de culturas, de sueños y mitología. Es igualmente un relato de esperanza, donde el mestizaje y la convivencia aparecen como posibles frente a la brutalidad y la ceguera de los intereses monetarios. 

Los espíritus del bosque se enfrentan al nacimiento del libre mercado, así durante el relato escucharemos los nombres de Adam Smith, que no contaba con la economía equilibrada de los bosques del Canadá en sus teorías, escucahremos a Geroges Wasington que fundó una nación sobre el exterminio de otras o de Jorge III que encerrado en su corte de enanos y aduladores era incapaz de conocer y gobernar su vasto reino. 

Portada del libro. Literatura Mondadori

Portada del libro. Literatura Mondadori

Por contra partida aparecen grandes personajes de los Mohawk, una de las Seis Naciones. Molly Brant, mujer de enorme fortaleza, maga y curandera, lectora de sueños y protectora de la vida. Está el inmenso Gran Diablo, Ronatherihonte, tamborilero del ejército francés adoptado por los Mohawk durante la Guerra franco-india (1754 – 1763) y transformado en carismático guerrero. Está, como no, el incansable Joseph Brant o Thayendanegea, uno de los últimos lideres indios durante la Guerra de Independencia (1775-1783). 

Un sin fin de personajes; escoceses, irlandeses, oneidas, senecas que durante los tiempos de William Johnson, esposo de Molly Brant y Superintendente de los asuntos indios de Norteamérica, pensaron que la convivencia en equilibrio entre personas y naturaleza era posible.

La viruela, el ron, la avaricia y el progreso del mundo occidental lo hicieron imposibles.

Una lectura para soñar, para enfadarse y llorar, para arrancar cabelleras, pero también para caminar junto a los Mohawk y su fuerte sabiduría: “Ahora que nuestro mundo se consume en el fuego. Ahora que el ciclo se cumple. El roble se convierte en cenizas, las cenizas alimentan nuevas raíces”.
 

Bibliografía

-Wu Ming. Manituana. Literatura Mondadori. 2009 

-Una crítica de verdad: Rafael Narbona en www.elcultural.es

-Wikipedia. Joseph Brant