Genciana (gentiana lutea)
Felipe Gomez
Dicen que la Chanzana, como la llaman en Aragón, toma su nombre latino del rey de Iliria Gentius que ya por el siglo II antes de Cristo describió sus efectos medicinales.
La genciana se trata de una planta herbácea de porte vigoroso que suele pasar de los 50 cm de alto y llegar incluso a 1,5 m. Las flores, amarillas, tienen forma estrellada muy abierta y aparecen en verano de junio a agosto. Los frutos recuerda a una multitud de plátanos. Ignorada por el ganado la genciana crece en grupos o salpicadas a corta distancia en los prados o lugares claros del bosque en los Pisos montano y subalpino.
La encontraremos sobre todo en nuestros paseos por la Cordillera Cantábrica y en los Pirineos, aunque también en el Sistema Central. En estos lugares es ampliamente conocida por sus usos medicinales.
El uso más común en el Pirineo aragonés es el de "rebajar la sangre" (disminuir la presión arterial, eliminar infecciones o disminuir dolores de cabeza debidos a palpitaciones sanguíneas) para lo que tendremos que macerar la raíz en agua y tomarla en ayunas durante nueve días.
Es en la raíz donde la Genciana concentra sus propiedades al contener principios amargos que le reconocen cumplidamente sus acciones aperitivas, tónicas estomacales y estimulantes de la secreción gástrica, para que nos entre hambre. Fermentando la raíz se preparan diversos licores aperitivos, bebidas tónicas amargas como el bitter y el vermut. De la misma manera el rizoma se utilizo en Europa para aromatizar la cerveza antes del uso del lúpulo.
Muchos más usos para humanos y para animales se conocen para la Genciana, una planta fácilmente reconocible y que encontraremos con frecuencia. Como siempre sorprende conocer la historia y la importancia etnobotánica de plantas que poco a poco se van fijando en nuestra retina al verlas repetidamente en nuestras excursiones por la montaña. El paisaje es un libro abierto que nos puede marcar el camino para conocer siempre más.
Bibliografía
Francisco Javier Barbadillo Salgado. Flores del Pirineo. Editorial Pirineo. 1998.
Luis Villar Perez et álii. Plantas medicinales del Pirineo Aragonés y demás tierras oscenses. Diputación Provincial de Huesca / Instituto Pirenaico de Ecología, 1992.