Viajes de papel. Los Búhos de los hielos del este de Jonathan C.Slaght
Felipe Gomez
El biólogo y conservacionista estadunidense Jonathan C. Slaght nos presenta una apasionante expedición secuenciada en varios años de estudio sobre el búho manchú o también conocido como el búho pescador de Blakiston. Producto de su tesis doctoral este entretenido ensayo nos lleva, un siglo después, a los territorios que Vladimir Arséniev presentó por primera vez al mundo en sus relatos, de los que Dersu Uzala fue el más famoso de todos. El entorno natural que el explorador ruso conoció ha cambiado; la caza y la pesca furtivas, la minería y sobre todo las explotaciones forestales han transformado un paisaje que aun siendo salvaje ya se presenta como un entorno controlado, donde el mundo moderno lucha, a través de las pistas forestales, con la Naturaleza por imponer sus normas. Tanto es así que la fauna salvaje se ve cada vez más arrinconada con la pérdida de su hábitat dentro de este vasto territorio. El Tigre de Amur siempre ha sido el principal protagonista de las políticas conservacionistas de Primorie, la remota región del oriente ruso enclavada en las boscosas fronteras con China y Corea del norte. Sin embargo Jonathan trabaja en la conservación de un animal maravilloso; un ave nocturna, la más grande de todas con una envergadura de hasta dos metros, que vive pescando en las orillas de los ríos salvajes de estas frías latitudes.
Con solo una población destacable en Japón, el proyecto de Slaght parte de cero, se conoce poco sobre este animal y hay que empezar por localizar los ejemplares existentes en el área de trabajo que se demarcan, las costas al norte de Vladivostok. El trabajo de campo se empieza en invierno y de noche, la mejor forma de localizar al búho manchú es escuchar el canto que las parejas mantienen para comunicarse en la oscuridad de los ríos helados que habitan. Poco a poco los van localizando, descubren que necesitan tramos de ríos sin helar para poder pescar o que solo anidan en viejos y enormes ejemplares de árboles muertos. En torno a ellos está la aventura de la cría y la supervivencia de esta fascinante especie.
Una vez localizados los ejemplares hay que capturarlos, instalarles receptores GPS y comenzar a analizar los datos para conocer mejor sus costumbres, sus zonas predilectas de pesca y de cría, con el objetivo de delimitar bien sus hábitats para poder realizar unas políticas conservacionistas más acertadas.
El relato del proceso científico está salpicado de aventuras propias del entorno en el que se realiza. Las dificultades de moverse en estos bosques, el clima extremo y la convivencia con las gentes que pueblan Primorie. Los encuentros con algunos personajes y algunas descripciones de corte antropológico revelan de nuevo, como ya hizo Arséniev, que esta tierra es realmente el mítico y lejano oriente ruso. Un lugar de tramperos, pescadores, furtivos, forajidos y alejados del sistema que se refugian o esconden en los bosques donde el manchú canta todas las noches para que todo el mundo sepa que él también es habitante de este paisaje.
Jonathan C. Slaght. Búhos de los hielos del este. Una apasionante expedición. Siruela 2022