Regaliz de puerto (trifolium alpinum)
Felipe Gomez
El regaliz de montaña o de puerto es muy común en el Pirineo desde los 1300 m hasta los 2500 m de altitud. Es una planta herbácea perenne que se expande con facilidad formando algunos de los prados de altura mas hermosos de las montañas. Cuenta con unos tallos floridos, muy vistosos en verano y que aunque no levantan mas de 15cm tapizan el suelo de un inteso color rosa.
La clave de este planta está en sus rizomas que se van extendiendo y configurando auténticos céspedes que hacen las delicias del ganado y de los caminantes. Estos rizomas, de los que nacen las raíces y brotes, pueden superar mas de un metro y contienen glicirricina, el mismo principio activo que el regaliz (Glycyrrhiza glaba). Sustancia, la glicirricina, que cuenta con propiedades edulcorantes, antinflamatorias y espectorantes.
Estos pastos de montaña, tascas en aragonés, formados por el regaliz de puerto, junto a gramíneas del tipo festuca o nardus stricta, son muy apreciados por los pastores debido a su alto valor nutrivo para el ganado. Antiguamente se recogía y guardaba para atender a los animales débiles.
En todos los valles pirenaicos el regaliz era recolectado por los pastores con fines medicinales. El cocimiento de la raíz, edulcorado con miel o azucar, se usaba para tratar afecciones de las vías respiratorias. Chupando lentamente o masticado la raíz se curaban las yagas de la boca, usándose habitualmente en los niños para ayudarles a la dentición. El principio activo de la glicirricina hace que también se usara en medicina popular para curar úlceras digestivas, inflamaciones y afecciones dermatológicas.
Protagonista de gran parte de los pastos de montaña de la Cordillera Cantábrica y Pirineos y reconocible en verano por sus flores de color rosa intenso, el regaliz de puerto, mandil o regalicia, podrá servirnos para dar sabor a nuestros paseos si descortezamos la raíz y la masticamos. Mas atentos podremos percibir el aroma a regaliz en los pastos donde abunda o incluso en los quesos producidos de las leches de los animales que se alimentaron de él.
Bibliografía
-Luis Villar Perez et álii. Plantas medicinales del Pirineo Aragonés y demás tierras oscenses. Diputación Provincial de Huesca / Instituto Pirenaico de Ecología, 1992.
-José Luis Benito Alonso. Guía imprescindible de las flores del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. 2009
-www.floravascular.com
- GEA. Gran Enciclopedia Aragonesa.