Oreja de oso (Ramonda myconi)
Felipe Gomez
La orella d´onso como se conoce en Aragón también recibe el nombre de Ramonde des Pyrénées y toma su nombre científico, Ramonda Myconi, en honor al botánico y gran pirineista Louis François Ramond de Carbonnières (1755-1827) y del Médico y botánico Francisco Myco (1528-1592) que la recolectó para la ciencia.
Se trata de una planta testigo de tiempos muy antiguos, muy parecida a la violeta africana o del Klimanjaro. Pertenece a la familia de las Gesneriáceas que son muy comunes en el la flora tropical de Asia y África. Habita en los Pirineos desde el Terciario, antes de las Glaciaciones. Solamente esta presente en Europa en esta cordillera y en los Balcanes donde existen otras cuatro especies de esta familia.
Destaca por su rosetón de hojas pegado a la roca, todas ellas extraordinariamente rugosas y peludas, de un color verde intenso. Vive varios años pero con un crecimiento irregular ya que en épocas de sequía, como el musgo, se seca para reverdecer en los periodos húmedos. Motivo por el que también ha sido llamada planta revividora.
Crece en peñascos calizos muy sombríos y ocultos formando extensas colonias allí donde las condiciones son propicias. Hará las delicias de los barranquistas cuando la encontremos florecida. Flores de cinco lóbulos morados, con un halo central anaranjado.
Sus poblaciones mas extensas están en la Sierra de Guara, Ordesa, Turbón, Cotiella y Peña Montañesa donde llega hasta los 2200 metros. Se conoce aplicación medicinal en pocos lugares, aplicándose como cataplasma sobre las heridas las hojas frescas picadas hasta cortar la hemorragia. También es considerada como pectoral y utilizada en herboristería llegándose a constatar recolecciones masivas en el valle de Esera.
Bibliografía
-Francisco Javier Barbadillo Salgado. Flores del Pirineo. Editorial Pirineo. 1998.
-Luis Villar Perez et álii. Plantas medicinales del Pirineo Aragonés y demás tierras oscenses. Diputación Provincial de Huesca / Instituto Pirenaico de Ecología, 1992.
-José A. Ortega y Miguel Ángel Á. Cebrian. 50 Barrancos del Pirineo. Los descensos mas bellos. Desnivel, 2006